Pensando yo acá… en aquellos que ahora conviven 24/7 bajo el mismo techo. ¿Como les habrá cambiado la vida?
Hay quienes recién estaban comenzando una relación, con miles de miedos e interrogantes, pero que a raíz de la situación de emergencia, que surgió un poco de la nada, terminaron juntos y revueltos en el mismo espacio sin opción de tomarse un break el uno del otro, sin tiempo de gracia antes de tener que compartir un espacio reducido, un baño, una cama, la mesa o la vida.

Hay quienes llevan juntos una eternidad, no se soportan, no se toleran, son completamente incompatibles y tenían todos sus huevos puestos en la canasta de la rutina que los mantenía distanciados de 8 a 5 y entretenidos en el quehacer de todos los días, y que ahora se tienen que ver las caras constantemente y no saben que hacer ni que sentir.
Hay quienes se aman entrañablemente pero que apenas pueden verse, porque aún dentro de la casa tienen que mantenerse aislados por ser COVID positivos. En su cercanía dolorosamente irónica, se ven y se escuchan sin poder abrazarse y sentir el alivio sanador de una caricia cuando más lo necesitan.
Hay quienes viven la pesadilla de compartir el mismo espacio con su victimario sin poder obtener una pausa del abuso físico y emocional de seres que están muy lejos de ser “humanos” pero que a su vez no me atrevería a llamarlos animales por respeto a estos últimos que muchas veces tienen más empatía y demuestran mucho más amor.
Y hay quienes estaban con un pie fuera, al borde de una separación segura, por falta de tiempo para entenderse, para compenetrarse, para quererse y que ahora, al recibir el regalo del tiempo en salud y el “reality check” que les da la posibilidad de perderse el uno al otro, han podido re-encontrar lo que una vez los unió y hacer crecer ese amor que por falta de riego estaba marchito en sus corazones.
Pero hasta aquí nos ha llevado la ola. Y de un modo u otro, todos debemos convertirnos en expertos (surfer)vivientes para mantenernos en balance, a flote y VIVOS.
Porque mientras haya vida, habrá esperanza. La esperanza plena de que todo pasa por una razón y lo importante es reconocer no el porqué sino el para qué de todo lo que nos ocurre en la vida.
No escribas las lecciones aprendidas en casa sobre la arena, porque la ola de seguro las borrará y no quedará rastro de lo vivido. Escríbelas en tu conciencia, en tu alma y en tu corazón. Porque de toda experiencia vivida se aprende y lo importante es que lo aprendido, logres aplicarlo en tu vida, porque de lo contrario, sin un verdadero cambio en conducta, no habrá valido la pena.
Sea cual sea tu situación, mis mejores deseos de éxito, salud y amor para ti. Que el Universo conspire a tu favor y que logres siempre salir a flote sin importar #dondetellevelaola 🌊🏄🏻♀️🌊